¿Cuál es la diferencia entre el coworking y las oficinas en los centros de negocios?
Los nuevos tiempos y el panorama económico en el que vivimos están haciendo que la forma de concebir los negocios esté cambiando de forma notable. Muchos son los nuevos empresarios con un capital bastante limitado que no pueden permitirse pagar un despacho demasiado grande y optan por la opción de un centro de negocios. En este espacio pueden convivir dos ideas de emprender diferentes: el coworking o las oficinas compartidas.
Estas dos opciones tienen una serie de ventajas y de desventajas que hay que valorar, pero lo que está claro es que, si se saben aprovechar, pueden reportar muchos beneficios a los proyectos de los emprendedores. El coworking fomenta la cooperación y tiene una idea de crecimiento a través de la colaboración, mientras que las oficinas compartidas suelen ser una opción más elegida por temas de imagen o de reducción de gastos.
Centros de negocios en los que se establece coworking
El coworking nació en Estados Unidos con la idea de ofrecer a personas que trabajan por su cuenta, o quieren montar su negocio, una vía para trabajar con otros profesionales independientes para ampliar la visión y red de contactos. Los centros de negocios muchas veces se usan para este fin, de forma que varios profesionales tienen la oportunidad de conocerse y utilizar las instalaciones para formar sinergias.
La parte negativa de esta opción es que en las salas de coworking, en algunas ocasiones, se juntan varios freelances con puntos de vista muy diferentes y objetivos muy distantes a los de los demás, además de que trabajar con mucha más gente al lado puede llegar a disminuir la concentración.
Oficinas en los centros de negocios
Los despachos de los centros de negocios, a diferencia del coworking, están concebidos sobre todo desde el aspecto del ahorro de costes. Las oficinas ubicadas en un centro de negocios disponen de grandes posibilidades, con muchas comodidades por solo el pago de una mensualidad.
Existe también la alternativa de despachos compartidos. Esta opción se basa en la idea de que, en ocasiones, una oficina para un emprendedor no resulta rentable, por lo que decide dividir el espacio para reducir costes.